Una vez escuche que la gráfica es el proceso de hacer cicatrices, lo cual me encanto, ya que es muy cierto, el tener cicatrices tiende a no ser de mucho agrado y nos resulta penoso, pero realmente las cicatrices son algo bello porque significa que hemos vivido, que nos hemos atrevido a vivir, es el recuerdo de que teníamos miedo, pero aún así lo hicimos y no la pasamos increíble a pesar de las heridas y las cicatrices que dejaron. 

Realmente llevo poco en el maravilloso mundo de la gráfica, y aunque sigo aprendiendo, me encanta, nos hemos llevado muy bien, he logrado cosas que con la pintura nunca hubiera creado, conocer nuevos temas que explorar y una parte de mi que no conocía; porque  me ha asombrado y siempre lo hará, ya que al imprimir el resultado siempre es una sorpresa, que a la hora de pasar la placa con el papel por el tórculo dan unos nervios impresionantes, donde todo pude salir mal, pero siempre nos maravilla con sus resultados, llegando a ese grado de sorpresa que tiene el ser humano en el arte, el momento error que no nos lleva a la perfección de una maquina, sino al de ser simplemente humano, aprendiendo más en cada momento de impresión. Un resultado increíble, una pieza de arte, después de pensar, meditar, cansarse, sudor, algunas veces porque no, sangre y desveladas, porque crear cicatrices es crear arte.